En una nota de prensa, el Consejo General de Ópticos Optometristas recuerda que las gafas premontadas deben utilizarse solamente como repuesto en caso de emergencia.  Su uso continuado puede provocar mareos y dolor de cabeza, entre otras alteraciones.

Esto ocurre debido a que son productos realizados según unas medidas estándar de graduación y montaje y no a medida de la persona que las utiliza. A ello se le suma el hecho de que los materiales que se utilizan son generalmente de muy baja calidad.
Esto es especialmente importante en las lentes, que suelen realizarse en plástico inyectado, un material muy barato de producir, pero de muy poca calidad óptica.

Las gafas premontadas están pensadas solamente para un uso puntual.  Por ejemplo: un uso típico sería tenerlas en la guantera del coche para poder salir de un apuro en caso de no contar con nuestras gafas graduadas habituales.

Recuerdan, asimismo, que, en caso de adquirirse, deben evitarse bazares, mercadillos y demás canales de distribución no autorizados y que deben cumplir, como mínimo, con el sello de conformidad CE y que conste claramente la graduación en las instrucciones de uso.

Puede leerse la nota íntegra aquí

 

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