En un estudio reciente se comprobó que el 80% de los padres se ocupan de proteger la piel de sus pequeños y, en cambio, menos de un 25% les protegen sus ojos frente a la radiación solar. Estos resultados son sorprendentes porque todos somos conscientes de que la misma radiación solar que llega a cualquier persona y cuyos efectos hemos explicado aquí llega también a los más pequeños con la misma intensidad.
La radiación UV tiene un efecto acumulativo en la piel y los ojos de las personas: sus efectos no se suelen percibir al instante, sino que las alteraciones se van acumulando a lo largo de la vida de la vida y afloran en la edad adulta cuando ya poco se puede hacer.
Un ejemplo: a los 18 años, ya hemos recibido el 80% de la radiación UV (UVA+UVB) que recibiremos durante toda nuestra vida, pero los efectos sólo se verán mucho más adelante: arrugas alrededor de los ojos, pterigion, cataratas, DMAE, etc…
Importancia del uso de gafas de sol para niños
Las gafas de sol para niños no son unas gafas de sol «en miniatura» porque deben tener en cuenta una serie de características especiales:
- Los ojos de los niños son más sensibles a la radiación UV y sufren un daño mayor que los de un adulto. Un dato: el cristalino de los niños menores de 10 años deja pasar el 75% de los rayos UV, en comparación con sólo el 10% a los 30 años. Eso quiere decir que en las mismas condiciones, la retina de un niño recibe muchísima más radiación UV que la de un adulto. Esto puede provocar graves problemas, sobre todo a la larga.
- Los niños son más sensibles al deslumbramiento que los adultos.
- Los niños pasan mucho más tiempo en actividades al exterior que los adultos, lo que les predispone a recibir una radiación mayor.
- Las características de las gafas de sol deben estar adaptadas a sus necesidades:
- Materiales resistentes y seguros, pero muy cómodos y elásticos, como la silicona, nylon o poliamida.
- Lentes irrompibles de alta protección: lentes de cat. 3 o 4, polarizadas o con melanina.
- Diseños envolventes para que la gafa proteja desde la mayoría de ángulos.
- Puentes diseñados para que apoyen bien en su pequeña nariz.
- Monturas preparadas para colocar fácilmente cintas elásticas o de neopreno que nos ofrecen un plus de seguridad.
De entre las casas que nos ofrecen estas gafas de sol con la máximas garantías destacamos Bollé, Cébé y Möxer.
Los niños que utilizan gafas graduadas tienen la opción de utilizar lentes Transitions que tienen varias ventajas: filtran 100% los rayos UV, son ligeras e irrompibles y se adaptan a la luz exterior aclarándose y oscureciéndose automáticamente.
Una vez más: utilizar una buena protección es fácil, cómodo y divertido: a ellos les encanta y les hace sentirse mayores, pero no debemos olvidar que las gafas de sol para niños no son juguetes, ni un capricho infantil y es muy importante que les enseñemos a utilizarlas correctamente. Sus ojos nos lo agradecerán.
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Hola Iñaki, tengo una niña de siete años, con hipermetropia de bastante graduación y además tiene los ojos claros. Estamos pensando en comprarle unas gafas de sol graduadas de cara al verano. Nos aconsejas comprarlas? O no es tan necesario. Espero tu respuesta muchas gracias.
Hola, Juan Carlos: las gafas graduadas de tu hija le proporcionan, como mínimo, cierta protección contra los rayos UV. Hoy en día, cada vez más, solemos incorporar protección UV en las lentes para niños, especialmente si se trata de una lente reducida (una lente de un material especial más delgado).
Si deberíais o no adquirir una gafa de sol graduada va a depender de lo que le moleste la claridad: a veces no se quejan pero guiñan los ojos, o fruncen el ceño, etc…
Sí te recomendaría una gafa graduada de sol, en cambio, si vives en una zona que reciba mucha radiación, o para actividades específicas en ambientes muy soleados, montaña, etc…
Un saludo
Yo empecé a usar gafas de sol a los 12 años y ahora tengo 25. Mi madre y yo tenemos los ojos claros por lo que nos hemos acostumbrado a usarlas incluso en los días que está nublado o llueve y parece una tontería, pero cuando usas gafas de sol en esos días se ve incluso mejor. No sólo evitara más adelante que te salgas lineas marcadas en la cara de arrugar la frente para poder ver bien, sino que para la vista ira mejor.
Además no hay que olvidar que las gafas de sol no sólo protegen los ojos, sino los párpados y las zonas alrededor de éstos, así que tienes toda la razón en afirmar que vas a evitar a la larga alteraciones de la piel como arrugas, manchas y otras alteraciones que se deben a fruncir el ceño y a la exposición solar en sí.